Jefa de Vinculación Empresarial en Campus Ciudad de México
Hola, soy Monyshel Olivo Martín del Campo y compartiré algunas reflexiones sobre la gestión de cambio exitosa.
La palabra “resiliencia” para mí representa la capacidad de adaptarse y superar adversidades, ya sea en el ámbito personal, familiar, financiero, de salud o laboral. Es un proceso de desarrollo humano que combina experiencias difíciles con adaptación positiva. Ser resiliente implica confianza, entusiasmo, expresar pensamientos y emociones, aprender de las crisis y encontrar crecimiento personal en situaciones complejas.
En mi área de Vinculación Empresarial, trabajamos con los alumnos para fomentar en ellos la resiliencia. Concientizamos, orientamos y apoyamos a aquellos que enfrentan rechazos laborales, motivándolos a participar en talleres, mejorar sus currículos y aprovechar oportunidades de empleo.
Sobre la estructura matricial, considero que será más eficiente y fluida, estimulando la cooperación entre campus y rectoría, mejorando la comunicación, optimización de recursos y claridad en proyectos.
Poner la formación del alumno al centro significa considerar su personalidad, intereses, motivaciones y capacidades en el proceso de aprendizaje. Además, implica cuidar que, desde su inscripción, sigan normas institucionales y se intervenga cuando no benefician su desarrollo académico y profesional. Las personas que operamos dicho proceso, también debemos ser ejemplo de ello y no hacer excepciones u omitir las normas establecidas para cumplir con nuestros indicadores.
Los docentes que también están en contacto directo con nuestros alumnos, conocen y saben sus necesidades e inquietudes, por lo que deberían ser sin excepción, una figura de autoridad y respeto, y en consecuencia todo el equipo administrativo trabajar de la mano con ellos.
En cuanto al proyecto estratégico de reorganización, considero que nuestra Institución es muy dinámica y constantemente se adapta a los cambios de su entorno, en esta ocasión, rumbo a los 95 años, no es la excepción.
Es sano, e inteligente hacer un alto en el camino y evaluar cómo estamos llevando a cabo nuestra misión, para de esta forma, corregir, re inventarnos, re evaluar, re considerar, re estructurar, re pensar, etc, ajustar y continuar.
Esta re organización, nos permitirá seguir siendo una Institución competitiva, y garantizar su permanencia como la mejor Escuela de Negocios por muchas generaciones más.
La cercanía entre campus y rectoría es una decisión acertada para fortalecer la comunicación y aprovechar buenas prácticas. Personalmente, creo que la ejecución de decisiones estratégicas debe considerar la opinión de quienes ejecutan directamente las actividades.
Hablando de experiencias personales, presencié la transición de Campus Reforma a Ciudad de México, una experiencia compleja y nostálgica que refleja el esfuerzo de toda la comunidad educativa. Fue difícil desprendernos de un inmueble emblemático que tanto nos dejó a los que fuimos alumnos, y administrativos. Se realizó un gran esfuerzo para movernos de espacio de trabajo y un tanto nostálgico dejar el inmueble en el que vivimos tantas y tantas historias. Realizamos recorridos a ex alumnos, despedidas con docentes y administrativos, se guardaron incluso, piedras del piso para llevarnos un pedacito de esa EBC que fue el pilar de lo que es ahora.
Por último, quiero compartir que mi familia, mis pequeños Matthias y Nathan, son lo más importante para mí. Disfruto cada momento con ellos, desde verlos crecer hasta compartir actividades familiares. Ser mamá es una de mis mayores alegrías y prioridades en la vida.